Presiento que en los ambientes eclesiales hay una enorme necesidad de sacerdotes tradicionalistas que orienten a muchos a buen puerto de vida eterna. Y como sería lógico tendrían que aparecer sacerdotes santos y hasta sacrificados, en lo sumo para salvar las almas de nosotros los pobres mortales . Sacerdotes sin tacha honorables y amantes de Nuestro Señor Jesucristo. - ¿ en donde están ? --- no lo se --- evidentemente en la gravedad de crisis moral y espiritual que se traduce un enorme hoyo en la doctrina santa de la Iglesia , razones nos sobran de presagiar que a ellos también los ha golpeado las alas de lucifer en los continuos momentos de prueba que la Divinidad ha permitido sucedan.
Todo ha sucedido en el recorrido de los 50 años pos-concilio , si damos una miradita sincera al rededor, descubriremos que la religión ha cambiado , nosotros hemos cambiado , el Clero ha cambiado , y este, si, es un dilema de suma gravedad por el espíritu de desobediencia que se respira en los ámbitos internos del mundo eclesial.
Volvamos doblando rodillas a implorar a Dios Omnipotente que nos envíe sacerdotes más que buenos, sean santos, hasta el martirio de pura súplica, y no olvidando que podemos conseguirlo nada más que invocando al poder maternal de Nuestra Gran Señora de Cielos y tierra , la Santísima Virgen. Y restaurado el orden sacerdotal pueda llover nuevamente sobre nosotros las divinas gracias que nos hace falta con urgente necesidad redentora.
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