Si, el liberalismo muere; y muere de muerte vil como merecía; muere podrido,
y su putrefacción es el socialismo (comunismo),
del cual hasta ahora sorprende no saber cómo escaparnos de esta amenaza cuando está
cerca de socavarnos la vida.
El liberalismo con su odio a la religión católica y a la Iglesia hace
causa común con el nefasto comunismo.
Como de un lado la muerte a la gracia divina en el alma social de los
cristianos que estos abusaron en trémulos libertinajes con los placeres de la
carne y vicios, egoísmos y afloro de bárbaras injusticias, sacrilegios,
profanaciones y abominaciones impensables, luego por el otro lado de la orilla
siniestra llega el ultimátum que da muerte al cuerpo pecaminoso por la
revolución ideológica satánica como castigo extendido sobre la tierra. La falsa
e ilusoria como transitoria posición política de los liberales “votar por el mal menor” ni les llegó a
salvar del golpe inminente por sus descarríos clavados en la historia y memoria
colectiva. Porque en sus mentes y corazón no está Cristo Rey y nunca lo
invocarán.
Y así como al cadáver putrefacto
obligan a que se le de pronta sepultura los hedores mismos con que infesta y mata,
así al Liberalismo
obligará a enterrársele, donde más no parezca, su propia descomposición, que es
la llamada cuestión social dentro de
la tramposa anticristiana democracia.
Paralelamente , empero , con esa
idea caduca que traspone ya nuestros horizontes , se ve levantarse de nuevo , y
cernerse gloriosamente sobre ellos , la de la reintegración total de Cristo
Nuestro Señor en la plenitud de sus divinos
derechos sobre la humana criatura, y esto significan hoy día en todas
partes el lema y bandera del Sagrado
Corazón. Esto esperamos y trabajamos los auténticos católicos bajo el ala
de la Sagrada Tradición, sin
compromisos con la leguleyada democracia que enloquece y tuerce los ojos
virando la izquierda roja o la derecha blanca de podrida azucena cuya escuadra
y compas nos quieren engatusar a ocultas los apátridas de las finanzas y
políticas manipulables. Basta ni uno, ni lo otro, ni el liberalismo blanco, ni
el comunismo rojo, estas dos jamás. Solo Cristianismo
para la política con el Sagrado Corazón en todos los estamentos de la Patria. ¡Así
sea! ¡Amén.! ¡Deus vult! - ¡Así es miserable , aunque te rias !
Reintegración total hemos dicho, esto es, radicalismo cristiano, así opuesto a las abiertas negaciones del
radicalismo revolucionario, como a las afirmaciones a medias del transaccionismo católico-liberal (conservadores posconciliares-seudo-tradicionalistas)
: reintegración absoluta , esto es , sin subordinación a interés alguno de
índole terrena (por ejemplo en el plano político afiliación democrática) , sin otro objetivo que el Reinado de Dios, y el mayor esplendor
de su gloria , y la más poderosa y eficaz influencia de su Iglesia Santa en
todas las esferas de la sociedad.
Esta divina restauración social , polo opuesto a la social apostasía que a los presentes horrores nos ha traído , es la
que predicamos , y procuramos y ¡lograrémosla, si, bajo el amparo del Corazón
Sacratísimo ¡. A la presente generación se le ha dicho como en otro tiempo a Constantino:
IN HOC SIGNO VINCIS. “Con esta señal vencerás”. Y si el
viejo paganismo y sus tiranos fue
redimida la primitiva sociedad cristiana por obra de aquel lábaro santo, del
paganismo moderno y sus sectarios será hoy otra vez redimida la nuestra por
obra de esta devoción.
Desgraciadamente ya no se ve crecer cada día en el pueblo cristiano,
ha dejado de influir en las ideas y en los acontecimientos peor aún a causa de
los plandémicos del sicariato del Nuevo Orden Mundial , también se observa que
ya no tenemos un Clero pulcro y docto que trace empeños sobrenaturales ni
gratos rumbos religiosos, ni propaganda con vivos entusiasmos para recuperar
por lo menos la poca fe que ha quedado en el pueblo, ya no circula ningún apostolado
significativo de volver a la libertad del que surge de la Verdad infalible. ¡Una tremenda tragedia inimaginable ¡
El sello de la catolicidad de la
iglesia que contiene la Sagrada
Tradición siempre ha sido el Sacratísimo
Corazón que el maldito liberalismo masónico y eclesiástica filtrada con
su contagiosa corrupción muchas almas como familias enteras se encuentran en desamparo
peligroso para su salvación, solo por el
hecho ignominioso de haber sido expulsado de muchos corazones y del culto público
debido a Nuestro Salvador.
¡No al liberalismo social ni
político que ha sembrado al comunismo asesino!