INTRODUCCIÓN AL COMBATE
El estudio de la Religión es un deber de
todo hombre, pues por la sublimidad de su objeto, por los goces que proporciona
al espíritu y por las consecuencias que debe tener en nuestros eternos
designios, supera en dignidad y en importancia a todo otro estudio de orden
puramente terreno.
Él debe ser, por consiguiente, el objeto
de nuestras preferencias, pues se trata de nuestros primeros deberes y de nuestros
eternos destinos. En estos tiempos no basta un conocimiento superficial de la
religión, es necesario poseer la ciencia de la misma, esa ciencia luminosa que
engendra convicciones firmes y nos hace capaces de reflexionar sobre nuestras
creencias. Ahora bien, esta ciencia no se posee cuando no se está en
condiciones de responder a esta pregunta: ¿Por qué soy cristiano y católico?
Decía San Pedro a los primeros discípulos:
“Estad siempre prontos para responder a
aquellos que os pidan razón de vuestras esperanzas”.
Las verdades de nuestra Fe pueden
reducirse a cinco principales:
1º Existe un Dios creador de
todos los seres.
2º El hombre, creado por Dios,
tiene un alma espiritual, libre e inmortal.
3º El hombre está obligado a
admitir alguna religión: sólo una religión es buena y sólo una es verdadera.
4º La única religión verdadera
es la cristiana.
5º La verdadera
religión cristiana es la católica.
Quién fue Ayn Rand ?

Rand defendía el egoísmo racional, el individualismo y
el capitalismo laissez faire, argumentando que es el único sistema
económico que le permite al ser humano vivir como ser humano, es decir,
haciendo uso de su facultad de razonar. En consecuencia, rechazaba
absolutamente el socialismo, el altruismo y la religión.
Entre sus principios sostenía que el hombre debe elegir sus
valores y sus acciones mediante la razón, que cada individuo tiene derecho
a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros
para sí, y que nadie tiene derecho a obtener valores provenientes de otros
recurriendo a la fuerza física.
Contestemos a Ayn Rand
Ayn Rand dice: Ni yo, ni nadie lo puede probar
racionalmente.
¡Falso!
La Iglesia enseña esta primera verdad: Dios
existe. La primera verdad que ningún hombre debe ignorar es la existencia
de Dios, es
decir, de un Ser eterno, necesario e infinitamente perfecto, Creador del
universo espiritual y material, absoluto Señor de todas las cosas, a las
que Él gobierna con su Providencia. Esta es la verdad fundamental
sobre la que descansa el edificio augusto de la religión, de la
moral, de la familia y todo el orden social.
Si no hay Dios, la religión es
completamente inútil.
La moral carece de base, si Dios, en
virtud de su santidad, no establece una diferencia entre el bien y el mal; si con su
autoridad suprema, no hace obligatorias las normas de esa moral,
y si con su perfecta justicia no premia el bien y castiga el mal. Es
imposible concebir la familia y la sociedad, sin leyes, sin deberes, sin las
virtudes de la caridad, etc., y todas estas virtudes, si Dios no
existiera, serían puras quimeras.
Any Rand dice : "Cuando alguien acepta algo como la creación del Universo por fe está destruyendo su confianza y la validez de su propia mente...yo estoy en contra de Dios porque no quiero destruir la razón."
¡Falso !
La FE nunca puede ni podrá ser enemiga de la razón , todo lo contrario , es LUZ para explicar y penetrar los altísimos Misterios de la Vida. Cosa que no sabe ni supo esta hija de satán.
¡Falso !
La FE nunca puede ni podrá ser enemiga de la razón , todo lo contrario , es LUZ para explicar y penetrar los altísimos Misterios de la Vida. Cosa que no sabe ni supo esta hija de satán.
La Santa Iglesia
nos enseña: Que la razón nos dice que no hay efecto sin causa. Vemos un
edificio, un cuadro, una estatua: al punto se nos ocurre la idea de un
constructor, de un pintor, de un escultor, que hayan hecho esas obras. Del mismo
modo, al contemplar el cielo, la tierra y todo cuanto existe, pensamos que todo
ello debe tener una causa; y esa causa primera del mundo, le llamamos
Dios: Luego por la existencia del universo, podemos demostrar la existencia de
Dios.
En efecto:
1º El universo
no ha podido hacerse a sí mismo.
2º No es fruto
de la casualidad.
3º No ha
existido siempre.
Luego debe la
existencia a un Ser supremo y distinto de él.
1º El
universo no ha podido hacerse a sí mismo, porque lo que no existe, no puede
obrar, y consiguientemente, no puede darse la existencia. El ser que no existe,
es nada, y la nada, nada produce.
2º El
universo no es fruto de la casualidad, porque la casualidad no existe, y
por lo tanto, nada puede producir. La casualidad es una palabra que el hombre
ha inventado para ocultar su ignorancia y para explicar los hechos cuyas causas
desconoce.
3º El
universo no ha existido siempre. Así lo reconocen a una todas las ciencias;
la geología, la astronomía, la biología, etc., todas sostienen que el mundo
tuvo que tener un principio.
Tres caracteres
señala la Filosofía al
ser eterno: es necesario, inmutable e infinito.
Ahora bien:
1º El mundo es
material, y el ser material no puede ser necesario. Ninguna
de sus partes
existe necesariamente, pues se puede prescindir perfectamente de ésta o
aquélla. Una montaña, o un río, o un árbol, podrían no existir. Luego si
ninguna de las partes es de por sí necesaria, tampoco será necesario el todo.
2º El mundo no
es inmutable. Si contemplamos la naturaleza material que
nos rodea, vemos
que en ella todo nace, todo perece, todo se renueva: las plantas, los animales,
el hombre.
3º El mundo no
es infinito, pues siempre es posible suponer un mundo más
hermoso y más
perfecto que el que existe. Por consiguiente tampoco es eterno, porque la
eternidad – que es una perfección infinita – sólo puede hallarse en un ser
infinito. Sí, pues, el mundo no ha existido siempre, entonces es una obra
que supone un obrero de la misma manera que el reloj supone un
relojero, etc.
CONCLUSIÓN: La existencia
del universo demuestra la existencia de un Ser Supremo, causa primera de todos
los seres. Ese ser supremo es Dios.
NARRACIÓN. – Durante la
revolución de 1793 decía el impío
Carrier a un campesino de Nantes:
– Pronto vamos a
convertir en ruinas vuestros campanarios y vuestras escuelas.
– Es muy posible
– respondió el campesino – pero nos dejaréis las estrellas;
y mientras ellas
existan, serán como un alfabeto del buen Dios, en el que nuestros hijos podrán
deletrear su augusto nombre.
No se precisan
largos discursos para demostrar que Dios existe: basta abrir
los ojos, y
contemplar las maravillas del mundo exterior.
Ayn denota su desprecio judaico a la fe cristiana ya que esta es la única puede explicar todos los misterios de la vida como anoto arriba. Como digo la Verdad Inmutable e Inteligente sola se defiende, sin embargo advierte lo siguiente :
DECRETOS DEL CONCILIO
VATICANO I SOBRE LA REVELACIÓN
Para
convencernos de que la doctrina de la Iglesia sobre la necesidad de la Revelación es la
misma que debemos exponer, veamos lo que enseña el Concilio Vaticano:
“La Santa
Iglesia, nuestra Madre, afirma y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas,
puede ser conocido con certeza por las luces naturales de la razón humana, mediante
las cosas creadas; porque las perfecciones invisibles de Dios se hicieron
visibles, después de la creación del mundo, por el conocimiento que de Él proporcionan
sus obras.
”No obstante, es
más propio de la sabiduría y de la bondad de Dios el revelarse Él mismo a
nosotros y descubrirnos los eternos decretos de su voluntad por otro medio, por
un medio sobrenatural. Es lo que dice el Apóstol: Dios, que había hablado
a nuestros padres muchas veces y de muchas maneras por los profetas, nos ha
hablado en estos últimos tiempos y en nuestros días por medio de su Hijo.
”Y gracias a
esta revelación divina, todos los hombres pueden, aun en el estado presente del
género humano, conocer prontamente, con certeza absoluta y sin mezcla
de error, las verdades divinas que no son de suyo accesibles a la razón humana.
”Mas no por eso
la revelación es absolutamente necesaria, sino porque Dios, en su bondad
infinita, ha destinado al hombre a un fin sobrenatural, es decir, a la participación
de los bienes divinos, que superan enteramente la inteligencia humana:
“Pues ni el ojo
del hombre vio, ni su oído oyó, ni su entendimiento pudo jamás comprender lo
que Dios tiene preparado a los que le aman”.
Cánones. – 1° Si alguno
osare decir que el Dios único y verdadero, nuestro
Criador y Señor,
no puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana,
mediante los seres creados, sea anatema.
2° Si alguien
dijere que no es posible, o que es conveniente que el hombre sea instruido
por la revelación divina acerca de Dios y del culto que le es debido, sea anatema.
3° Si alguien
dijere que el hombre no puede ser elevado a un conocimiento y a una perfección
que superen a los naturales, sino que por sí mismo puede y debe, por un
progreso perpetuo, llegar finalmente a la posesión de toda la verdad y de todo
bien, sea
anatema.
Vídeo 2
Vídeo 3
Ayn Rand hasta donde se sabe nunca creyó en Dios , por lo tanto jamás tuvo un espíritu deseando la trascendencia como todo filósofo de buen cuño , sencillamente no creyó , pero trabajó en contra de la religión , hizo lo posible para que otros rechazarán la fe. ¡ que desgracia para esta judía incoversa ! jamás conoció a Jesucristo.